«Me convertí en una anarquista cuando me enviaron a Nueva Caledonia, en un barco del estado, con el fin de conseguir que me arrepintiera por haber luchado por la libertad. Yo y mis compañeros estuvimos encerrados en jaulas como leones o tigres durante cuatro meses. No vimos más que cielo y agua, con alguna que otra vela blanca de un barco en el horizonte de vez en cuando, como el ala de un pájaro en el cielo. Esta impresión y la extensión fueron abrumadoras. Tuvimos mucho tiempo para pensar a bordo, y a través de la comparación constante de las cosas, los acontecimientos y las personas; habiendo visto obrar a nuestros amigos tan honrados de la Comuna, que, temiendo ser terribles, sólo sabían usar sus vidas para la lucha; llegué rápidamente a la conclusión de que los personas honradas en el poder son incapaces, y que los deshonestos son monstruos; que es imposible aliar la libertad con el poder, y que una revolución cuyo objetivo sea cualquier forma de gobierno no sería más que un engaño si sólo cayeran unas cuantas instituciones, porque todo está atado por cadenas indestructibles en el viejo mundo, y todo debe ser arrancado de raíz por los cimientos para que el nuevo mundo crezca feliz y esté en libertad bajo un cielo libre».
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«Porqué soy anarquista», Louise Michel.
Rústica, 64 páginas. 17 cm x 12 cm.
Editorial Imperdible 