Susana Merencio, Luchadora Indomable. Descansa en paz Ratuela.

Susana murió ayer mientras trabajaba reparando los daños causados por el temporal.
Desde el primer día que te conocimos nos dimos cuenta de tu odio ante las injusticias y del amor y la solidaridad que emanabas para cambiar este podrido mundo.
Hoy nos han comunicado tu pérdida y ha sido un jarro de agua fría en la cara.
Cuanta vitalidad para ayudar a lxs demás. Cuanta pasión ponías en todo lo que hacías.
Las ganas de subvertir esta sociedad insociable. Siempre maquinando historias para aportar tu granito de arena.
Mierda a lxs que nos quieren convertir en números y cifras.
Mierda al trabajo embrutecedor y sin las condiciones dignas y de seguridad.
Te echaremos mucho de menos ratilla.

Luchadora incansable, tu vitalidad nos acompañará siempre.

Contra le represión policial: «Sé que esto no es un caso aislado… pero quería denunciarlo. La verdad que es una flipada yo no sé como no nos levantamos como en otros países».

Contra la represión estatal: «También por la represión como el caso Scala que se cargó todo el movimiento guapo que había libertario».

Contra los CIES: «Lo de los Cies… Es realmente desgarrador, es el puro racismo institucional gratuito porque si».

Contra el patriarcado: «En Bilbao están las mujeres hablando ya de hacer unas redes ajenas al Estado…».

Contra las cárceles y puro amor por Pastora González: «Que gran mujer. Que mal cuerpo, cuanto odio… Y todxs lxs que siguen entre rejas… pero no nos olvidamos, y por supuesto, seguiremos como podamos dando guerra…».

Por la Sanidad Pública: «Antes que se sigan viniendo arriba queremos sumarnos a las movilizaciones sociales de los hospitales, y las que vayan surgiendo y lanzar cuánto antes propuestas propias».

Por la liberación animal, contra el fascismo, la homofobia… puro nervio indomable, siempre dispuesta a dar guerra.

Y siempre con humor: «Se me ha subido una rata a la lámpara … Pero es una tia maja».

El mejor homenaje, seguir la lucha.

No te olvidamos Susana.

Seguiremos con el puño en alto como querrías tú.

Millones de bikos ratuela, allá donde estés.

Descansa en paz.

Nosotrxs seguiremos en guerra.

«Pero bueno ahí está en nuestras manos también…»

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